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La Burla de Viernes de Dolores

La Sección de Carros-bocinas y Tambores de la Venerable Cofradía del Stmo. Cristo del Amparo y María Santísima de los Dolores fue fundada en el año 2000, regulándose su inclusión en el año 2003 dentro de las vigentes Constituciones.

El origen de las bocinas es muy enigmático, existiendo numerosas hipótesis sobre su origen. Algunos sostienen que proceden del mundo romano y  fueron adoptados para representar en el Cristianismo el dolor por la muerte de Cristo.  Sin embargo, en el número 150 del Salmo dice: Alabad a Dios tocando trompetas, alabadlo con tambores….

       Otras conjeturas indican que los carros-bocinas son un recuerdo de los antiguos tubos fúnebres que anunciaban al pueblo las manifestaciones de penitencia, no teniendo un significado litúrgico, sino un mero elemento decorativo en el cortejo procesional de antaño, donde la bocina derivaba de las trompetas dolorosas que se utilizaban en los funerales de los emperadores romanos.

       Existe constancia de que en la Edad Media, (siglos XIII y XIV)  con el inicio de las procesiones de flagelantes participaban los grupos de bocineros, anunciando con su sonido el comienzo de la procesión; al igual que ya en lejano siglo XV se hacían sonar sus instrumentos a la salida de las imágenes de los templos, y permitían dar comienzo y exaltar los distintos “pasos” o representaciones pasionarias.

       Desde sus orígenes, han participado ininterrumpidamente en la Archicofradía de la Sangre, y la Cofradía de Ntro. Padre Jesús, impregnando de barroquismo el corazón de Murcia, hasta el punto que sería inconcebible ambas procesiones sin estos sones.

       Consta documentalmente, que desde 1601, en la primera procesión de la Cofradía de Jesús, aparecía la música con el toque de “trompetas de hojadelata” en la figura del hermano bocinero y los “atanbores”. Más tarde, en 1630, ya existían “bocinas con ruedecillas” acompañadas siempre por los clásicos tambores. La burla siempre ha estado vinculada a la imagen de Jesús camino del Calvario, acompañando a los pasos de La Caída y de las Hijas de Jerusalén.

En la procesión participa una sección de Carros-bocinas y Tambores que acompañan de forma rotativa a los pasos de La Flagelación,  El Lavatorio de Pilatos y El Encuentro de Jesús con la Verónica.

            El actual grupo lo componen veinticinco cofrades-músicos y cuatro niños que portan las Bocinas. Tiene su sede en la sede de la propia Cofradía y desde el año fundacional dirigimos la escuela de Bocinas y Tambores de la Cofradía del Amparo en la que todos aquellos interesados de tan peculiar sonido aprenden la difícil tarea de hacer sonar una bocina; al mismo tiempo se enseña los distintos toques de tambor.

Los ensayos se celebran en la pedanía murciana de Puente Tocinos durante la Cuaresma y tienen una duración de dos horas aproximadamente.